Desde el año 2001, la Fundación ha implementado diversos Proyectos de Gasificación Integral en 18 barrios del Partido de Moreno. Dichos proyectos tienen como objetivo principal facilitar el acceso de familias de bajos ingresos a las redes de gas natural.
Para los programas de Gasificación Integral, FPVS aplica un modelo de articulación de la oferta y la demanda, a través del establecimiento de alianzas con vecinos, que organizan la demanda en sus comunidades, y la empresa proveedora del servicio, que adecua su oferta.
Por otro lado, se utiliza también la figura del Fideicomiso de Vecinos como vehículo para la construcción de la infraestructura, ya que es un instrumento legal que permite llevar adelante la obra de extensión de distribución de un servicio público, a la vez que asegura su adecuado financiamiento. Bajo este modelo, los vecinos se organizan y promueven la adhesión de sus pares al Fideicomiso, que permite financiar las obras de las redes externas de gas y de las instalaciones internas domiciliarias en hasta 120 cuotas.
La Fundación trabajó fuertemente para vencer la desconfianza de los vecinos, la falta de interés de los proveedores (gasistas matriculados) que no veían potencial de trabajo en la zona y de la empresa distribuidora que dudaba de la viabilidad de esta iniciativa.
Resultados Gasificación Integral
Al día de hoy, se ha logrado conectar a más de 5.000 familias de barrios del partido de Moreno, organizadas en 4 Fideicomisos de Vecinos. La iniciativa impactó en la economía de las familias, gracias al ahorro generado por la sustitución de combustible. En particular, el modelo ha demostrado su capacidad para estimular la vida comunitaria, la construcción de capital social, las oportunidades para el acceso a bienes públicos, la economía familiar y sobre el modo en que las familias desarrollan sus barrios.
El Fideicomiso
Un fideicomiso es una figura legal que se utiliza para vincular diferentes participantes de un proyecto, en pos de alcanzar un objetivo común. Esta herramienta permite la administración de recursos económicos afectándolos a un objetivo determinado, sin que puedan ser utilizados para otro fin, ni ser embargados por terceros.
Bajo este modelo, los vecinos fiduciantes son quienes constituyen y adhieren al Fideicomiso y, al mismo tiempo, son los beneficiarios de las obras. El fideicomisario es la empresa prestadora del servicio, que recibe para su explotación la propiedad de la red a construirse. Se compromete a efectuar un aporte al fideicomiso, que será destinado a solventar parcialmente el costo de la obra. Por último, el fiduciario es en este caso la Fundación Pro Vivienda Social que tiene a su cargo la responsabilidad de administrar el fideicomiso.
La figura del Fideicomiso permite extender el pago de la inversión mediante créditos a largo plazo. A través de este esquema, se ofrecen planes adaptados a la capacidad de cada familia, con un máximo de cuotas hasta 10 años. Para que el proyecto pueda llevarse adelante bajo este modelo, entre el 60 y el 70% de los hogares debe haber adherido al fideicomiso. Es decir, se debe contar con un 70% de aprobación del proyecto por parte de las familias de la comunidad beneficiaria. Para alcanzar este nivel de adhesión, los vecinos trabajan promocionando el proyecto en los barrios, y explicando las posibilidades de financiamiento que ofrece.